De Albas y Ocasos
Otro cielo
de Mario Benedetti
No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio
no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón
no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo
eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.
5 comentarios:
Como le comenté, en otro ámbito, me vino a la mente la parte final del poema de Borges, "El instante·:
...otro cielo no esperes, ni otro infierno.
Un saludo.
Carlos, usted me recrea cosas olvidadas y me acerca no conocidas o leidas pero que siento reconocerlas al leerlas.
Un saludo
No conocía este poema. Admiro (como muchos) a este autor. Casualmente -y salvando las distancias- cuando vivía en Madrid, mirando el cielo comprobé que no lo conocía. El hemiferio norte tiene otras estrellas. Y siempre me decía: "Hay otro cielo". Cosas de tanguero...
Un saludo, amiga.
Argüelles: tan bien lo dijo Benedetti "eso es porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece" tu cielo estaba indefectiblemente en el hemisferio sur, aunque usted sabe que Don Mario no hablaba literalmente de cielos y estrellas...
Un beso amigo
Así es Alicia. Gracias por regalarme un lugar en tu espacio. Ah, perdón por el tipeo... "hemiferio" Se me perdió la "ese". Un beso y nos estamos leyendo en cualquier momento.
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